domingo, 3 de noviembre de 2019

Reflexiones Nocturnas




Hace días que no siento,
meses que no escribo,
y años que no vivo.

Y el caso es que llevo pensándolo
desde hace mucho tiempo...
Pero al final siempre...
por ganas, miedos, respeto,
encuentro la excusa perfecta,
para no escribirte.

Hasta que llegó esta noche,
tumbado en la cama,
un momento, un pensamiento,
sientes esa necesidad por fin,
que disipa los miedos,
y que alumbra tus juicios
enciendes la luz del cuarto,
y lo dejas volar, y lo cuentas...

No es que nada haya cambiado,
ni que la luna me haya iluminado,
pero la poesía no entiende a razones,
ni a lo oportuno de los momentos.

Al final,
todo es cuestión de perspectiva.
Quizás por ello,
haya tomado este tiempo;
para observarlo todo,
analizar cada detalle,
nutrirme y después
compartirte.

Es curioso como hace semanas
que ya no brotan lágrimas
de mis ojos,
pero también hace días
que falto de causas,
tampoco se construye
una sonrisa verdadera
en mi cara.

Un lapso de tiempo
desierto de sentimientos,
corazón deshabitado,
fruto de una lucha solitaria.

Semanas de reflexión,
de superación,
de lucha constante
frente a retos y recuerdos,
de fortalecer mi ego
y levantar la cabeza,
teniendo motivos de orgullo,
pero falto de público.

Una lucha eterna,
la razón frente al corazón,
despegar o aterrizar,
abundancia o falta,
callar o gritar,
distancia y atención
a partes iguales.

Aun así no desespero,
pues mis sueños son claros,
al igual que firmes mis pasos,
y me faltan miedos,
para derrotar con todo
a esta turbina de emociones,
que seguro algún día,
encontrará su sonrisa.


I.A.

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