sábado, 6 de marzo de 2021

La dama de las ondas de cuero.




Después de años dando tumbos,
tropezando con una piedra tras otra,
parado cada día bajo los cúmulos,
calado por sus trombas de duda,
vi como el brillo de gotas de lluvia
invadía a afortunados inesperados.

Así llegaste tú, te divisé
cayendo desde el cielo.
Una mirada, 
un segundo bastó,
para que mis ojos 
se empapasen de ti.

Tu mirada,
con vidrieras de plata,
y tu pelo,
con fuertes ondas de cuero.
El solo hecho de ver tu cara,
encendió en mi interior
las llamas de un intenso fuego.

A partir de entonces,
vos ya sabéis, un sin fin de 
historias cruzadas,
caminos compartidos,
cómplices miradas,
que no deben ser traducidos,
conjuras británicas 
y frutos prohibidos.

El descubrimiento del año,
que transformó mi vida,
y vino a poner en orden
mi desorden.

Y así espero que siga
siendo, por mucho tiempo.


¡Felicidades!


Te quiero.




I.A.




sábado, 4 de abril de 2020

La Ola




Querido diario:

Día 218 de esta condenada cuarentena.
Con una taza de café y bajo las notas
de las Nuvole Bianche de Ludovico Einaudi
vuelvo a escribir (o eso creo).

Hoy brillan rayos de luz, aunque anoche
todavía cantaban gotas de lluvia.
¡Que suerte! Así, con los ojos vendados,
y la ventana abierta, puedo todavía
tensar y tocar el hilo que me permite
diferenciar la vida, de la realidad.

Una pausa, inspiro y alzo el vuelo,
Se multiplican imágenes en mi intelecto,
reminiscencias futuras y planes pasados.
Entonces caigo, y revivo de nuevo.

Y es que hace días que no te siento,
tres semanas, si mal no recuerdo;
desde que te pisé por última vez,
y eso, no siendo 100 % sincero.

Últimamente, solo te palpo en sueños,
mas con el despertar de cada cabezada,
esa puerta se desvanece.
Pero no por ello, el deseo de tocarte,
de escuchar la algarabía de tus aceras,
los murmullos de tus sonrisas,
y observar la felicidad en tus ojos,
espejo de tu espíritu,
y también del alma.

Realidad oscura, que parece fantasía.
Utopías nocturnas, que parecen reales.
Que transportan a universos mágicos,
al verde de tus prados, al blanco de tus playas,
al azul del cielo; donde las cometas flotan,
y mi corazón con ella.

Que arduo es apaciguar las ansias,
de sentirte cerca, caminarte y rodarte,
de retornar al hogar que creíamos cárcel,
y ver fijo, el brillo de los fondos marinos,
allí donde siempre un día estaban,
pendientes casi eternamente,
de salvar a los pulgarcitos,
que se creían gigantes.

Reencuentros verbalizados,
no obstante lejanos,
pero cada vez más cercanos,
con cada aplauso de las ocho;
da igual llueva o nieve,
mas con la firmeza inquebrantable,
de una unidad que todo lo puede.

POR ELLOS, POR NOSOTROS,
POR VOLVER A VIVIR,
¡VAMOS!



I.A.







martes, 19 de noviembre de 2019

Cuestión de Lenguas





Amar no es cuestión de lenguas,
pues da igual en español
que lo mismo en inglés,
ya que al final del día
todas pierden su interés.

Porque es inútil creer
que por dominar y superar
la bomba de expansión masiva
que era España,
controlarías a su
"alter ego" londinés.

Pues al final,
ambas lenguas eran iguales,
y aunque tus ojos se negasen,
esta no iba a ser tu última vez
ya que con tan solo abrir la boca
supe que volvería a caer,
fruto de la insensatez. 

Pareciendo mentira, 
segundas comedias del destino 
no importó lo feo o agrio 
que pareciese de primeras 
el desconocido clima inglés,
pues bajo ese cielo nublado,
al final descubrí rayos de luz,
que me dieron el calor ausente
durante los años pasados de lluvia.

Con el paso de los meses,
de los días, del siguiente y del otro,
me día cuenta poco a poco
que prefería tomar el té a las cinco,
que una cerveza a las ocho, 
pues aunque mi fuego se
hubiese quedado con España,
lo estaba avivando de nuevo
sin freno la Gran Bretaña.

Con sus divertidos juegos vespertinos,
su interés diario sin ánimo de lucro,
compartiendo posturas infinitamente,
participando juntos 
de cada coincidencia nueva del destino,
desde que por vez primera 
le pusiera el nombre de España
hasta que años después
nos volvimos a encontrar, 
sin haberlo pretendido 
en el corazón de Trafalgar Squar(e).

Tanto que mientras yo decía NO!
Otros tantos me gritaban SÍ!
Hoy se que tenían razón,
pues basto solo un segundo, 
para entenderlo todo,
con sus ojos y una sonrisa,
sin necesidad de traductor.

Sin embargo, como digo
todas las lenguas son iguales.
No importa amar una u otra, 
ya que el significado es el mismo 
tanto en español como en inglés...

O QUIZÁS... , QUIZÁS NO!
Pues para eso son VIVAS,
cambiantes y racionales,
las lenguas digo, 
siempre las lenguas,
y sino finalmente
siempre quedarán más.


I.A.







domingo, 3 de noviembre de 2019

Reflexiones Nocturnas




Hace días que no siento,
meses que no escribo,
y años que no vivo.

Y el caso es que llevo pensándolo
desde hace mucho tiempo...
Pero al final siempre...
por ganas, miedos, respeto,
encuentro la excusa perfecta,
para no escribirte.

Hasta que llegó esta noche,
tumbado en la cama,
un momento, un pensamiento,
sientes esa necesidad por fin,
que disipa los miedos,
y que alumbra tus juicios
enciendes la luz del cuarto,
y lo dejas volar, y lo cuentas...

No es que nada haya cambiado,
ni que la luna me haya iluminado,
pero la poesía no entiende a razones,
ni a lo oportuno de los momentos.

Al final,
todo es cuestión de perspectiva.
Quizás por ello,
haya tomado este tiempo;
para observarlo todo,
analizar cada detalle,
nutrirme y después
compartirte.

Es curioso como hace semanas
que ya no brotan lágrimas
de mis ojos,
pero también hace días
que falto de causas,
tampoco se construye
una sonrisa verdadera
en mi cara.

Un lapso de tiempo
desierto de sentimientos,
corazón deshabitado,
fruto de una lucha solitaria.

Semanas de reflexión,
de superación,
de lucha constante
frente a retos y recuerdos,
de fortalecer mi ego
y levantar la cabeza,
teniendo motivos de orgullo,
pero falto de público.

Una lucha eterna,
la razón frente al corazón,
despegar o aterrizar,
abundancia o falta,
callar o gritar,
distancia y atención
a partes iguales.

Aun así no desespero,
pues mis sueños son claros,
al igual que firmes mis pasos,
y me faltan miedos,
para derrotar con todo
a esta turbina de emociones,
que seguro algún día,
encontrará su sonrisa.


I.A.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

El Campeón de la Concha



  Historias de fe, esfuerzo, perseverancia,
de luchar contra lo impensable,
contra un imposible cada día,
pero está, lo mas probable,
es que realmente lo reúna todo.

Tu historia...
es paz, pero también es guerra,
es agua, pero también es tierra,
  es dolor, pero también es vida...

   Marzo de 1935...
Santa Clara observa atónita
a Ondarreta y la Concha,
Igueldo y Urgul certifican,
que este paisaje,
es la envidia del mundo entero,
y es ahí que tu naces,
a los pies de una gran guerra.

Como los peces de la ría,
tu vida no se antojaba sencilla,
cubierto por las dificultades,
en una época dramáticamente convulsa,
una falta existencial durante años,
demasiadas mudanzas forzadas,
sufriendo hambre y penurias,
que solo un loco,
invitaría a verlas superadas,
pero tú lo hiciste...

De entre todos los males,
renaciste cual ave fénix,
y demostraste sobradamente,
que lo imposible es posible,
sin atender a obstáculos,
soñando con el corazón
y con la mente derrotándolos.

Pasabas los días devorando libros,
con el apetito de Don Quijote,
buceando las profundidades del Cantábrico,
con el tesón de El Cano,
hasta que te convertiste,
en el campeón de la Concha,
aquel capaz de todo,
teniendo apenas nada.

Aquel capaz de hacer el petate,
de encargar el archivo de una Orla,
de despegar junto a los humos de la fábrica,
y poco después,
de dejar el mar, su bahía, su patria chica,
para comerse el mundo,
en el salón capital,
junto a los más grandes.

Seguir tus pasos,
es una tarea ardua campeón,
pero no cesare en mi empeño,
ya que no existen fuegos,
que apaguen la llama de mis recuerdos,
para considerarte uno de los ejemplos,
siempre más vivos,
de cómo luchar contra esta desgraciada,
a la que llaman vida,
por eso estarás eternamente conmigo.

Te quiero Abuelo.


I. A.












jueves, 22 de septiembre de 2016

Volver a empezar





Y es que según nos hacemos viejos,
se vuelve más complicado dar la bienvenida.
 Supongo que son lo sentimientos,
o la propia utopía,
protagonista de nuestra historia,
que dificulta la erupción
de la lava que escupe nuestro corazón.

Sin embargo, no me rindo,
paseo firme hacia un horizonte oculto,
 pero esta vez sin miedo,
porque si no me ahogué con las tempestades,
qué broma llevaran solo los caudales.
Fuerte, como las olas que te arrastran al fondo,
pero delicado, como los granos de arena
que invaden tu cuerpo,
cada vez que intervienes sin avisar.

Agradezco poder respirar otra vez,
 dentro y fuera del espejo del cielo;
suspirar por un sueño nuevo,
 por las noches y cuando aún no cierro los ojos;
que se convierta en mi frenesí,
 y que, aunque complejo
como las corrientes que forman las mareas,
 me invite cada día a continuar intentándolo.

Es cómico,
 como se repiten las obras
en diferentes escenarios.
 Pero ahí están los actores,
 para cambiar sus guiones,
al compás que marcan la razón
y sus corazones,
 con la precaución de los sabios,
contenida en los antiguos recuerdos;
 y la novata locura de los inexpertos,
como la que alimenta estos versos.



I. A.

martes, 26 de abril de 2016

Contrarreloj





Cuanto más largos se vuelven los días,
más cortos y fugaces se presentan a mí,
y mientras pasan veloces los relojes,
sigo esperando ventilar mis pulmones,
tengo la necesidad material,
de la ansiada llegada de mi pasión.

Y es que desde hace tiempo surco los mares,
vuelo por las noches, como los búhos devoran los relojes,
sin freno y con desenfreno no encuentro el fin,
no hay calma ni tempestad que corte mi sinsentido.

Que lo sencillo alimenta las mentes,
pero desconozco el camino sin ojos,
la repetición obscena de episodios provistos
de hostias y besos a partes iguales.

Y no espero, la gratitud ni el consuelo,
como la vanidad de los animales fatuos.
Que del no saber ni conocer,
nace la incomprensión.
Meramente libero mi intelecto,
con la rapidez con que saboreas estos versos.


I. A.